En
el año 2001, mi familia vivía en Virginia muy cerca de Washington D.C, en un
pueblo que se llama Mclean. Nosotros nos mudamos a Virginia en el verano porque
mi padre cambió su trabajo. No estaba entusiasmado de que nos fuimos de
Chicago, pero la primera semana en mi nueva escuela había ido bien. El día del
once de septiembre comencé como todos los otros. Mi madre nos despertó a mis
hermanos y a mí una hora antes de la escuela. Mi padre estaba empaquetando para
su viaje de negocios. A las siete cuarenta y cinco, mi madre nos condujo a mis
hermanos y a mí a nuestra escuela, St. Stephens St. Agnes. Ya que solamente era
nuestra segunda semana, mi hermanito, quien solamente tenía cinco años, estaba
muy nervioso y estuvo llorando porque él no quería dejar a mi madre. Finalmente,
cuando las lágrimas pararon, llegamos a la escuela.
Yo caminé solo a mi
clase de la Señora Ross. La primera actividad en el horario de la clase, después del repaso de
nuestra tarea, fue una hora en la biblioteca. Cuando nosotros estábamos
caminando afuera a la biblioteca, oímos algunos ruidos altos. Todos estaban
confundido sobre el ruido, pero nuestra maestra nos dijo que continuáramos
hacia a la biblioteca. Cuando estábamos en la biblioteca, los maestros estaban
actuando diferente y extraños. Normalmente una de las maestras nos leía un
cuento, pero en día ellos nos dijeron que leyéramos un libro en silencio. Solamente
diez o veinte minutos más tarde, la Señora Ross nos dijo que cogiéramos
nuestros libros y la seguimos a ella al sótano con prisa y en silencio. Eso fue
muy extraño porque ella no parecía feliz y tranquila. En el sótano, ella nos
dijo que nuestros padres estaban yendo a la escuela porque estábamos teniendo
un corto día. Pero, no podíamos salir del sótano hasta que su padre estuviera
afuera del edificio.
Yo
comencé a tener miedo. Todos los maestros parecían asustados y el sótano estaba
lleno con todas la personas del edificio. Cuando mi madre llegó, un maestro
prácticamente corrió conmigo al coche. En ese momento, estaba muy nervioso y tenía
mucho miedo. Mi mamá nos dijo a mis hermanos y a mí que había habito un ataque
en los Estados Unidos, tres aviones habían chocado con edificios importantes y
uno de ellos fue en el Pentágono. Ella no nos dijo nada más hasta que
regresamos a nuestra casa porque era muy difícil manejar en las calles porque
muchas estaban cerradas. Mi mamá estaba tratando de hablar con su hermano que
trabajaba en uno de los edificios del Centro de Comercio Mundial, pero cada vez
la llamada iba directamente al mensaje de voz. Finalmente, nosotros regresamos
a la casa, donde mi padre y una de sus colegas estaban esperando. Él nos dio
abrazos muy fuertes.
Yo
no pude entender todo lo que estaba ocurriendo, pero el miedo y la preocupación
que yo veía en las caras de mis padres fueron una de las cosas más
escalofriantes cosas que yo pude haber visto durante mi niñez. Yo nunca voy a
olvidar ese día y el miedo que yo sentía durante ese día.
Nunca voy a olvidar ese día tampoco. Oí en la radio que un avión había chocado con uno de los Twin Towers así puse la televisión. Mientras estaba pegada a la pantalla, el segundo avión chocó con otro torre. Parecía como una pesadilla con todas las vidas perdidas. Todaviá no puedo entender ese tipo de odio y la falta de respeto para la vida que tuvieron los terroristas.
ReplyDeleteNo puedo imaginar estar tan cerca al ataque. Mis recuerdos del día quedan poco claros, recurdo que a nosotros también tuvimos un día corto, pero creo que miramos los eventos pasan en la tevelisión en clase mientras esperando que nuestras familias nos recogen.
ReplyDeletePienso que todas las personas puedan recorder donde estuvieran el 11 de septiembre. Estuve en Espana para estudiar. Empece a la universidad alli el final de augusto entonces no llevaba mucho tiempo en Espana cuando el ataque ocurrio. Tenia mucho miedo. Mis padres quieren que yo regrese a casa pero no quise volar. Me quede en Espana y regrese a casa muchos meses mas tarde.
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